TDAH vs. Altas Capacidades: Las apariencias engañan
11 de octubre de 2023El aprendizaje es algo que se produce de forma natural cada día. Sin embargo, cuando sufrimos estrés nuestra capacidad de aprender se bloquea y permanece así hasta que nos movemos y encontramos nuevas formas de hacerlo. Estos son los tres principios básicos con los que explica Paul Dennison, creador del Brain Gym, la necesidad del movimiento para mejorar nuestro aprendizaje cotidiano.
Nuestro cerebro es una maquinaria perfecta compuesta por imbricadas conexiones que unen las tres áreas cerebrales implicadas en todo aprendizaje. Para explicarlo de forma sencilla podemos asociar el funcionamiento de nuestro cerebro al de una bombilla. En la base tenemos el cerebro reptil, el más primitivo que se encarga de las funciones básicas para mantenerse en vida: respirar, bombear la sangre, digerir la comida…..
En el centro, se encuentra el sistema límbico que es nuestro cerebro emocional. Programado desde la más tierna infancia por las señales de afecto o de peligro que recibo y que voy almacenando para saber cómo responder de la manera más eficaz. En la parte superior, el neo córtex, el área más evolucionada que me distingue de los animales, por la capacidad de razonar, de crear y de comunicar. Veamos ahora, con un ejemplo sencillo cómo funcionan estas tres áreas en el momento de aprender algo nuevo.
Imaginemos por un momento que volvemos a ser niños y queremos aprender a ir en bicicleta, estas tres áreas del cerebro tienen que estar conectadas para lograrlo y una de ellas es el detonante de que eso sea posible o no.
¿Por cuál apuestas? ¿Por los pensamientos del neo córtex? ¿Por las emociones del sistema límbico? O más bien ¿Por las capacidades físicas del cerebro reptil?
Antes de que elijas, te recuerdo que las tres están implicadas pero una de ellas es la responsable de que las conexiones entre ellas se activen, la bombilla se encienda y se aprenda algo nuevo. O por el contrario, que se produzca un cortocircuito, la bombilla se apague y no se aprenda algo nuevo.
¿Ya lo sabes? Veamos si has acertado. La respuesta correcta son las emociones. La propia palabra lo dice “e- moción” es lo que me pone en movimiento. Por tanto, si la emoción es positiva y tengo la motivación (motivo de la acción) del sistema límbico, bajaré a mi cerebro reptil para buscar la información básica sobre el equilibrio que tendré que mantener para no caerme de la bici, como enfocar mi visión para no chocarme contra un pino y el movimiento cruzado para pedalear. Con esta información registrada, accederé al hemisferio receptivo de mi neo córtex que la transmitirá a través del cuerpo calloso al hemisferio expresivo y "tachan", habré aprendido algo nuevo. Para mantener disponible este conocimiento lo almacenaré en la base de datos de mi cerebro reptil.
Veamos ahora, por el contrario que pasará si en lugar de ser una niña con mucha ilusión de ir en bici, tengo miedo de caerme. Automáticamente, mi sistema límbico a través de la amígdala que es el botón de “alerta peligro”, envía esa información al cerebro reptil que, como mi seguro de vida toma el control. A partir de entonces, mi cerebro más primitivo está al mando y dado que su función esencial es mantener a salvo, lo de menos es aprender algo nuevo. Esto explica porque nos cuesta mucho más encontrar soluciones eficaces en momentos de estrés, ser creativos cuando estamos nerviosos, o no repetir compulsivamente una acción abocada al fracaso. Como nuestro neo córtex no está conectado cuando sufrimos estrés, esta área más evolucionada no está disponible.
Tras esta explicación sobre cómo funciona nuestro cerebro a la hora de aprender, podremos entender mejor que es el Brain Gym. La Gimnasia Cerebral es la base de la Kinesiología educativa y está constituida por una serie de ejercicios fáciles y eficaces que activan las tres áreas del cerebro implicadas en cualquier aprendizaje.
Si te apetece descubrir en qué consiste el Brain Gym y cómo potenciar tus capacidades y las de tu hijo/a con ejercicios sencillos y eficaces, lee el siguiente artículo.